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LOS PREMIOS Y CASTIGOS EN LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DURANTE EL TIEMPO DE CUARENTENA

¿Cuándo Premiar o Castigar a los niños?

Para muchos padres, la educación de los niños no es tarea fácil. Saber cómo gestionar sus emociones, establecer límites; o saber qué hacer con sus reacciones ante cualquier negativa, supone muchas veces llegar al borde de la desesperación.

Realmente es un tira y afloja entre los padres y el niño; en el que cada uno intentará conseguir su objetivo. Claro que siendo los padres los adultos, y al fin y al cabo los que educan; deben ser ellos quienes tengan las herramientas para llevar a buen término esas pequeñas batallas.

 

1.- LOS PREMIOS:

 

Constituyen unos estímulos que se utilizan y se aplican para aumentar conductas en la educación de los niños. Ver la tele, recibir dinero, ir de excursión, las sonrisas, abrazos, elogios, buenas notas, alimentos que les gusten mucho etc. son premios. Según el momento y el tipo de persona deberán ser siempre distintos.

Dar a un niño o a la niña 500 pesos tan pronto como acabe de hacer sus deberes, sería un ejemplo del uso de una recompensa o premio, si puede ver la tele tan pronto como haya ordenado su habitación, el premio en este caso sería la TV.

Hay premios que interesan a todos. Gustan siempre. La alabanza, la atención, el cariño y el afecto, que nos hagan caso, la preocupación por sus cosas.

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PARA ELIMINAR CONDUCTAS PROBLEMÁTICAS PODEMOS UTILIZAR LAS SIGUIENTES ESTRATEGIAS:

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EL RETIRO DE ATENCIÓN:

Esta técnica consiste en dejar de prestar atención a tu hijo o hija cuando está haciendo la conducta problemática.

Si sólo nos fijamos en él o en ella con regaños y reproches él tenderá a portarse mal para recibir nuestra atención.

 

EL REFUERZO DE CONDUCTAS INCOMPATIBLES CON LA CONDUCTA A ELIMINAR:

Consiste en reforzar a tu pequeño o pequeña sólo las conductas contrarias con la conducta problemática.

Si el niño o la niña se levanta sistemáticamente de la mesa cuando está comiendo, utilizaremos el refuerzo positivo cuando realice la conducta de estar sentado en la mesa.

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EL AISLAMIENTO:

Significa colocar a tus hijos o hijas en un lugar que no exista ninguna posibilidad de recompensa, durante un período de tiempo fijado de antemano que, en general, no excederá de 2 a 5 minutos para no lastimar los sentimientos del niño o la niña, pero que si pueda comprender el significado de esta.

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EL RETIRO DE RECOMPENSAS:

Cuando se les retiran reforzadores que tiene en su poder. Ejemplo: Al realizar una conducta problemática se les retira el helado del domingo.

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EL CONTRATO: Es un acuerdo entre ambas partes en cuanto a conductas a modificar y los premios a conseguir. Se utiliza con niños más mayores y adolescentes.

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2 - EL CASTIGO:

Es el último recurso para conseguir que algo se haga o deje de hacerse.

Ventajas: Funciona si es inmediato, ocurre siempre que se cometa la falta, es conocido y es corto.

Inconvenientes del castigo:  

Sólo funciona con el castigador presente.

Provoca agresividad en el castigado.

Puede pensar que no se le quiere.

Aparecen reacciones de inseguridad, angustia y resentimiento.

PADRE, MADRE Y CUIDADORES: deben de estar de acuerdo cuando premian o castigan.

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En cuanto a los castigos; antes de ponerles uno de manera inmediata, es recomendable hablar con ellos primero para explicarles las consecuencias que puede tener lo que hagan. Pero, no sólo en relación al castigo que pueden tener, sino explicarles por qué hay cosas que no deben hacer. O mejor aún, decirles cómo pueden hacerlo. De esta forma, no sólo castigas la mala conducta; sino que, además, le enseñas cuál es la correcta.

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Por ejemplo; si castigas a los pequeños por subirse a una silla para alcanzar algo en lo alto, sólo aprenderá a no hacerlo. Pero si además le dices que debe pedir ayuda para ello, aprenderá a cómo hacerlo bien. Si aun así persisten en su conducta, habría que aplicar un castigo que sea proporcional a su comportamiento; y nunca debe depender del estado de ánimo del padre o la madre. Pero, si se lo has dicho, debes de cumplirlo.

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No se recomienda utilizar el castigo físico; ya que, el niño o la niña lo utilizará como modelo y puede aprender que ser agresivo es la forma de solucionar los problemas. Podrá llegar a ser, entonces, un adulto agresivo.

 

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NORMAS GENERALES PARA ENSEÑAR O MODIFICAR CONDUCTAS A NUESTROS HIJOS

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1.- Proponernos un objetivo concreto a conseguir por él o por ella y definirlo claramente. Ejemplo: "Quiero que cuando termines de jugar recojas tus juguetes".

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2.- Ayudar a los niños y las niñas a realizar la conducta elegida presentándole una señal física o verbal en el momento exacto en que debe realizar la conducta adecuada, no después de realizarla incorrectamente.

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3.- Que la recompensa a utilizar sea del gusto del niño, suficiente, se dé después de la conducta deseada y pueda ser controlada por los padres. Ejemplo: Ver un programa de TV. que al niño o la niña le gusta después de hacer los deberes.

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4.- Emplear en el aprendizaje inicial de la conducta deseada recompensas materiales y actividades que gustan al niño. Aplicar la recompensa "inmediatamente después de darse la conducta deseada y explicar el motivo del premio.

Después ir cambiando las recompensas materiales por alabanzas y halagos. Después ir demorando e intercalando las mismas. Finalmente, la conducta se hará por la satisfacción que conlleva el realizarla.

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5.- Reforzar todas las conductas que se aproximan a la deseada. Ejemplo: Reforzar el hacer mejor la letra, aunque todavía tenga deficiente caligrafía. Reforzar el que se pelee menos con otros.

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6.- Crear un clima de tranquilidad y respeto entre padres e hijo dónde los diálogos sean frecuentes. Juzgar los hechos, no a las personas, y admitir las faltas por ambas partes.

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7.- Reforzar siempre las conductas positivas, para aumentar la seguridad y autoestima.

Valorar además los intentos que el menor o la menor hace por conseguir la conducta adecuada.

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 8.- Exponer de forma positiva los contratos y acuerdos que hacemos con los hijos, especificando la conducta a realizar y la recompensa que conseguirá si la efectúa.

 

No es necesario que premies o que castigues todo lo que tu hijo o hija haga bien o mal. Aunque si es cierto que, si refuerzas una conducta, es más probable que la repita. Pero, se puede reforzar con palabras agradables o con alguna muestra de cariño; no es necesario un premio material. También se puede reforzar una conducta prestándole atención; eso hará que repita dicha conducta.

Por el contrario, dejará de hacer otras a las que nadie preste atención alguna

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